La OMS recomienda registrar de forma sistemática las fallas de los activos hospitalarios para mejorar las estrategias de mantenimiento y tomar decisiones basadas en evidencia.
En el ritmo acelerado de los hospitales, cuando un activo hospitalario falla, el primer impulso casi siempre es resolver el problema lo antes posible: reparar, reemplazar o improvisar. Lo urgente termina desplazando a lo importante: registrar y analizar la falla.La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere, en su Documento Técnico: Sistema computarizado de gestión del mantenimiento (2011), que uno de los componentes esenciales para una gestión efectiva es el registro sistemático de las fallas. No como un simple requisito, sino como una herramienta poderosa para tomar decisiones estratégicas.
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Hasta ahora hemos explorado dos claves fundamentales sugeridas por la Organización Mundial de la Salud para transformar la gestión del mantenimiento en hospitales:
Hoy continuamos con la tercera clave: la importancia de registrar fallas de manera sistemática.
La OMS recomienda que un CMMS registre no solo las tareas de mantenimiento programadas, sino también todas las fallas o eventos adversos relacionados con los activos hospitalarios.
Este historial no solo ayuda a resolver fallos individuales, sino que:
“La recopilación de datos de fallas permite identificar activos problemáticos y orientar las estrategias de mantenimiento. (Organización Mundial de la Salud, 2011, p. 9)
Cuando el registro de fallas es sistemático | Cuando el registro es informal o existente |
Sabes qué activos presentan más incidencias y porqué | Las fallas se perciben como "anécdotas aisladas" |
Puedes anticiparte a necesidades de refacciones o presupuestos de renovación | Se vuelve imposible demostrar que un activo ya no es rentable de mantener |
Puedes justificar reemplazos de manera documentada ante Dirección | Se pierde la oportunidad de ajustar planes de mantenimiento para prevenir futuras incidencias |
Reduce riesgos clínicos asociados a fallas recurrentes |
Cuando no dejamos evidencia de fallas se invierte tiempo y dinero en activos hospitalarios que deberían ser reemplazados.
No registrar fallas es como apagar fuegos sin saber dónde, cuándo ni por qué empezaron.
Un buen historial de fallas incluye:
Todo vinculado directamente al activo hospitalario correspondiente.
TINC facilita el registro de fallas de manera intuitiva.
Desde cualquier dispositivo, puedes:
Todo esto se integra con tu inventario, tu programación de mantenimientos y tus indicadores clave de desempeño.
No esperes a que te pidan explicaciones cuando algo falla.
Un historial bien documentado habla por ti, justifica inversiones y demuestra profesionalismo técnico.
Empezar a registrar las fallas de forma sistemática puede ser tu mejor argumento en conversaciones futuras sobre renovación de activos o ampliación de presupuestos.
Esta entrada forma parte de la serie: 6 claves para transformar tu mantenimiento biomédico
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